sábado, 28 de mayo de 2011

La despedida.

Estaba ansioso esperando que pasaran las horas para poder ver la final. Sentado en el sillón del comedor, veía las últimas noticias que daban sobre el Manchester. A pocas horas para el comienzo del partido había dudas en varias posiciones. La única que asegurada era la portería. El último partido de Edwin, Edwin van der Sar. Al escuchar su nombre se recordó del partido que vio la semana pasada, el último partido de liga de Edwin.
22 de Mayo. Último partido de Van der Sar en liga, y jugaba de morado. El chico sonríe al ver al largo portero con su camiseta morada, la misma que el se había comprado un rato antes en la tienda del estadio. No iba mucho al estadio, pero ese partido era importante. Poca gente puede decir que estuvo esa jornada en el estadio. Él si. El partido no era lo más importante, ni los cuatro goles del Manchester, ni que el otro portero tomará el protagonismo con una excelente parada a un cabezazo a bocajarro. Tampoco Van der Sar recordará el partido en si, ni el gol de falta que le marcaron. Recordará el trofeo que le dieron al final del partido y la celebración posterior.



De repente el chico ve que en la tele repiten alguna imágenes del entrenamiento de ayer del Manchester. La cámara enfoca a Van der Sar, que con su camiseta roja estaba entrenando junto a Kuszczak y el entrenador de porteros. Después de parar una serie de balones, Van der Sar se levanta y pensativo mira al cielo con una sonrisa. Muchos recuerdos deben de haberse hecho presentes en su mente. Seguramente el largo camino que lo trajo hasta Wembley. El camino que empezó hace unos 40 años en Holanda. Después de jugar en todas las inferiores del Ajax, gano su primera Champions League como titular en 1995, con solo 25 años y siendo compañero de ilustres como Rijkaard, los de Boer o Seedorf. La Juve se fijo en él, y lo ficho con la etiqueta de ser el primer portero no italiano del club. Defendió la portería de Turin hasta la llegada de Gianluigi Buffon. En ese momento, se marcho a Londres para poder seguir siendo titular. Su nuevo equipo era el Fulham. Disputo más de 100 partidos, que hicieron despertar la atención de Ferguson y el Manchester, ansiosos por encontrar un sustituto al mito de Schmeichel. Después de cinco temporadas, él mismo demostró que no era iba a ser el sustituto, él iba a ser otro mito. Pase lo que pase hoy seguirá siendo el mito holandés de Old Trafford. Se le recordará por muchas cosas. Por su Champions League frente al Chelsea, de como celebró el penalty que le paró a Anelka y les dio la copa. Por cómo ganó él solo una Community Shield al Chelsea en la tanda de penalty, originando el principio del fin de Mou en Inglaterra. Por todas sus paradas que le valieron el apodo de El holandés volador. Por su estatura kilométrica y su gran juego aéreo. Por su peso en el vestuario. Por sus casi 10 títulos que ha conseguido con los Red devils. La próxima temporada habrá una gran e irreparable ausencia en la Premier.


En Holanda ya saben que lo es una despedida de Van der Sar, después de su retirada de la Selección en 2008, al finalizar la Eurocopa. Con los tulipanes jugó tres Mundiales: Estados Unidos, Francia y Alemania, y cuatro Eurocopas: Inglaterra, Bélgica y Países Bajos, Portugal y Austria y Suiza. También dejo su sellos con la camiseta nº 1 de Holanda. Lamentablemente no hubieron títulos que hicieran más grande su leyenda con los tulipanes naranjas. En la clasificatorias para Surafrica 2010, los holandeses vieron como la leyenda volvía, más por necesidad de la selección que por propia voluntad, al lesionarse los dos porteros titulares. No encajó ningún gol. Así de fácil. Así de sencillo. El sello Van der Sar.


La intranquilidad del chico en el salón de su casa aumenta. Faltan menos horas para que empiece el partido. En las noticias muestran cómo el Manchester se dirige hacia Wembley. Todos son caras serias, menos una. Una cara que sobresale sobre las demás. La cara de alguien que sabe que pase lo que pase hoy, gane o pierda, pare o le marquen, volverá a su casa como una leyenda, la leyenda Inmortal.